¿El cuy ayuda a combatir el cáncer? Todo lo que debes y no debes comer en tiempos de quimioterapia




Caldo de cuy, hojas de guanábana y  todo tipo de  productos son ofrecidos o compartidos por la gente cuando uno vive la experiencia del cáncer. Nada que no esté indicado por un profesional de salud debe ser tomado en cuenta porque hasta lo natural pueda resultar nocivo.

Así lo explica el nutricionista Jorge Chávez Chocano, profesional destacado del Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas.

¿La dieta de los pacientes de cáncer se orienta de acuerdo al tipo de cáncer o es igual para todos?

Cuando hablamos de cáncer no estamos hablando de una enfermedad, sino de más de cien tipos de enfermedades. El cáncer es un grupo de enfermedades que puede afectar a diversos órganos diferentes, y cada uno de esos órganos afectados va a dar fisiopatologías distintas. Por ejemplo, no es lo mismo tratar a una mujer con cáncer de mama que tratar a una mujer con cáncer de estómago. Incluso a un paciente con cáncer de lengua o de esófago. La  fisiopatología y las dificultades nutricionales son totalmente diferentes. Y aquí estamos considerando solo el tipo de cáncer. Luego de eso hay que tener una segunda consideración, que es el tipo de tratamiento que el paciente va a tener.

Muchas personas con cáncer intercambian tips de nutrición y por lo que vemos eso es un gran error.

Toda indicación nutricional está en relacion al estado del paciente, para eso se hace una evaluación nutricional analizando nueve puntos: signos clínicos, interacción farmanutriente, ingesta de alimentos, evaluación antropométrica, análisis bioquímicos, componente metabólico, reservas viscerales y la actividad física. Se tiene que  hacer una evaluación de todos esos acápites para finalmente generar un diagnóstico nutricional, y eso va a hacer que cada persona sea individualizada. Lo que es para uno no es para dos. Si bien es cierto que hay algunos lineamientos como buscar un modelo nutricional a través de la dieta mediterránea, eso no significa que en todos los casos se pueda utilizar de la misma forma. Entonces,  hay que  evaluar primero en qué estado se encuentra el paciente y qué  patologías concomitantes tiene, porque es bastante recurrente encontrar en las mujeres con cáncer de mama patologías como diabetes, hipertensión, dislipidemias. Entonces, cada persona va a ser individual y va a tener diferentes tipos de intervención nutricional

 

Nos ha hablado de la dieta mediterránea,  ¿en qué consiste esta?

Es una alimentación saludable que se basa en el consumo de productos naturales y frescos (la dieta mediterránea es propia de la cocina de países ubicados en el mar Mediterráneo, como Grecia o Italia). Esa dieta la podemos adaptar  a los alimentos que tenemos en nuestro país; incluso acá tenemos más productos.

 

La esencia de la dieta mediterránea es el aceite de oliva, y aquí en el país  es un producto carísimo.

Pero  tenemos la ventaja de que aquí hay variantes que incluso pueden ser mejores que el aceite de oliva. Uno de estos aceites es el aceite de sacha inchi, que es un tipo de grano con gran cantidad de Omega 3. Y el Omega 3 es fundamental en el tratamiento oncológico porque va a disminuir el proceso de angiogénesis. ¿Qué es eso? Es un proceso en el cual las  células tumorales empiezan a generar vasos para poder reproducirse con mayor facilidad. Actualmente utilizamos mucho el Omega 3 para evitar estas complicaciones.

 

¿Cuál es la mejor manera de consumir el aceite de oliva o de sacha inchi?

Deben ser utilizadas en frío o crudo en ensaladas porque estos aceites  son bastantes inestables al calor porque pierden sus propiedades.

 

¿Por qué los pacientes oncológicos deben evitar las frituras?

Porque el aceite en altas temperaturas va a generar algunas sustancias que se llaman radicales libres y estas sustancias sí son altamente cancerígenas. También inducen a elevar el colesterol LDL, que es el colesterol malo. Por eso tratamos de promover más los guisos, los horneados o  la plancha para evitar  las frituras. Grasa sí, pero del aceite de oliva, del sacha inchi  u otro tipo de grasa como la palta, las castañas, las almendras. Ese tipo de grasas son buenas, tienen un efecto protector en el organismo. Pero en el caso de las frituras hay que evitarla.

 

¿Por qué durante a quimioterapia prohíben a los pacientes comer frutas u otros alimentos crudos, como el ceviche?

Es básicamente por el tema de la quimioterapia, que disminuye el sistema inmunológico. Ese  tipo de restricciones no hay en Estados Unidos o Europa porque ellos aseguran el saneamiento de sus alimentos. Lamentablemente aquí en el Perú, por un tema de cultivo, transporte y comercialización, y porque no cuidamos los alimentos, eso puede generar que los pacientes con el sistema inmunológico disminuido puedan tener algún tipo de infección intestinal. En la realidad peruana y en muchos lugares no se cuenta con agua potable y el agua que sale del caño no es un agua segura, entonces por precaución indicamos el consumo de frutas y verduras cocidas.

 

¿Se puede comer frutos secos en tiempos de quimioterapia?

En realidad no hay contraindicación a menos que haya una inflamación hepática bastante marcada producto de una quimioterapia. Si la paciente se encuentra en otra etapa, por ejemplo no le han hecho quimioterapia  y va a ir a una cirugía, no hay niguna contraindicación. Incluso las personas que ya están en etapa de remisión, que están con hormonoterapia, no hay restricciones. Más bien debemos promover el consumo de frutas y vegetales de manera natural, y también las semillas que tienen efecto protector a largo plazo porque va a disminuir el riesgo de  que aparezca el cáncer en el mismo lugar o de repente en un órgano diferente.

¿Por qué la quimioterapia genera un mal sabor de boca en los pacientes?

Algunas  quimioterapias son bastante agresivas en la parte gastrointestinal, eso quiere decir que genera náusea, bajo apetito, deposiciones líquidas, en algunos casos estreñimiento. Poniéndonos en el contexto de que tiene bajo apetito y un poco de náuseas o mal sabor de boca, hay que adoptar alguna estrategia. Primero, las personas no deben forzar al paciente a que coma hasta el punto de generar náuseas o vómitos.  El problema es que en el vómito no solo estoy eliminando alimentos, sino también algunos flujos de electrolitos propios del estómago, como cloro, sodio, que  se pierden en gran cantidad y pueden generar mayores complicaciones. Lo ideal es fraccionar las comidas. El paciente debe comer poco pero muchas veces al día, por lo menos cada dos horas. 

¿Por qué poco y muchas veces?

Las investigaciones nos han demostrado que los pacientes con quimioterapia toleran mejor los alimentos en horas tempranas del día  y conforme va avanzando el día hay menos tolerancia a la comida. Entonces eso hay que evaluar. En que momento del día tolera mejor los alimentos.

¿Qué alimentos se debe priorizar?

El paciente tolera mejor las comidas cárnicas (pollo, carne, pavita) cuando viene salteadas con verduras. Cuando lo ven en forma de presa o guiso no le apetece o no quieren comer. Y es mejor darle cuando los alimentos están de tibio a  temperatura ambiente. Cuanto más caliente está la comida,  el paciente puede sentir mayor cantidad de náuseas y ganas de no comer. 

¿Hay alguna forma de evitar el mal olor y el mal sabor de boca en tiempos de quimioterapia?

Hay algunas cosas que pueden ayudar. Hay un producto en el mercado que se llama glutamina, es un aminoácido, y este aminoácido lo que hace es mejorar el tema de la degustación a través de las papilas gustativas, y con ello hay una mejor tolerancia a los alimentos. Esta glutamina es un polvito que se diluye en agua, y la dosificación es aproximadamente de 0.3 gramos por kilo de peso. Esta no se  puede consumir libremente al ser un medicamento que si bien es cierto es parte de la alimentación tiene que ser dosificada por un nutricionista porque va a depender del peso del paciente y de la condición en la que se encuentra. La glutamina no la damos cuando hay afección hepática o renal. 

¿Y no hay algo más natural, que se pueda usar sin riesgo de ninguna naturaleza?

Hay algunos potenciadores de sabor como las hierbas aromáticas, que mejoran mucho del gusto, como el romero. Hay que recordar que los sabores están generalmente concentrados en la lengua, también se encuentran en la cavidad respiratoria, por eso la degustación del café lo hacen primero oliendo porque a partir de ahí empieza a generar la sensación del gusto. La          que  también ha mostrado gran efecto es la canela y el clavo,  que mejora la percepción de los sabores. También ayuda mucho el hongo y el laurel, y en algunos casos el kion. Y cuando hay náusea, un alimento que ayuda mucho es oler cosas cítricas. Yo a mis pacientes les digo que corten un limón y lo vayan oliendo. Esos olores típicos neutralizan la sensación de náusea en la mayoría de los casos. 

Alguna vez leí que a los niños que recibían quimioterapia les daban  chupete de hielo para neutralizar las náuseas y el mal sabor de boca. ¿Tiene alguna explicación?

Durante la quimioterapia no solo se genera mal sabor de boca, también puede generar heridas y llagas en la zona de la cavidad oral. Entonces, ¿qué es lo que hace el hielo? Genera un efecto de adormecimiento y al haber este adormecimiento genera una  mejor tolerancia al mal sabor y al dolor. Puede ser una buen alternativa, pero hay que ver en qué estación del año nos encontramos, en qué condiciones está la persona y  si la persona lo va tolerar o no. 

La hidratación es elemental en tiempos de quimioterapia. ¿Solo hay que beber agua o beber otros líquidos?

Cuando hay quimioterapia la persona tiene  que tomar líquido más de lo normal, un mínimo de dos litros. ¿Por qué? Lo que va hacer el agua es tratar de eliminar el exceso de toxinas que puedan haber quedado por la quimioterapia. Hay hidratantes que ayudan mucho a limpiar esas toxinas, por ejemplo, el agua de cáscara de piña, el agua de cebada, la chicha morada, que ayudan a eliminar las toxinas con mayor rapidez. 

¿Se deben tomar rehidratantes orales?

Se sugiere en algunos casos particulares, pero siempre es necesario consultar con el médico tratante. ¿Por qué se requieren rehidratantes orales? Porque los  pacientes tienen muchos vómitos y deposiciones líquidas, y eso no se recupera solamente con agua, se necesitan  rehidratantes porque estos contienen sodio, cloro, potasio y en muchos casos fósforo. Al dar estas bebidas rehidratantes se recompone todo este tipo de sales, no solamente agua.

 

 

Hay algunas hojas, como la hoja de la guanábana, que generan alguna toxicidad cuando se consume en tiempos de quimioterapia.

Un tema común en el cáncer es la “medicina” natural, y se dice, por ejemplo, que la guanábana cura  el cáncer. ¿Qué opina de eso?

Hay muchos alimentos que son potentes antioxidantes, como la cúrcuma, la flor de Jamaica o la hoja de guanábana. Sin embargo, hay que revisar en qué etapa de la quimioterapia me encuentro y qué tipo de quimioterapia estoy recibiendo, porque hay algunas hojas, como la hoja de la guanábana, que generan alguna toxicidad cuando se consume en tiempos de quimioterapia. Hay que tener cuidado con eso. Antes de todo consultar con el profesional que te está viendo. Fuera del INEN, antes de la pandemia, vendían hojitas de todo tipo, y hay que recordar que las plantas tienen principios activos, alcaloides potentes. Todas los fármacos son extraídos de las plantas, eso quiere decir que las plantas no son inofensivas, y si yo no sé  cómo utilizar y en qué utilizarlas,  puede generar un problema en vez de ayudar. Hay que tener mucho cuidado con eso. Muchas plantas tienen efectos beneficiosos pero en determinado momento del tratamiento. 

¿Mejor los alimentos naturales que los procesados?

La forma natural siempre va a tener mejor efecto porque el nutriente va ir directamente al organismo. Si lo procesas hay pérdida de nutrientes en el proceso de oxidación. Por eso la naranja, las mandarinas, los arándanos, el aguaymanto,  hay que comerlas inmediatamente porque de esa manera la vitamina C y los antioxodantes que tienen van a ser absorbidos de mejor manera por el cuerpo. No está prohibido el jugo de vez en cuando, pero siempre hay que tratar de promover el alimento en su forma natural. 

Un tema de dominio popular es el cuy, que en tiempos de cáncer parece ser el alimento mágico. ¿Es realmente así?

Es una variable más de proteína. La proteína es un tipo de nutriente que viene en todos los alimentos de origen animal y que también lo tienen algunos alimentos de origen vegetal, como las menestras, la quinua, la kiwicha y algunas algas. ¿Por qué es importante la proteína? Porque hace que nuestros músculos estén fuertes y en un paciente oncológico eso es vital. Los estudios han mostrado que cuanto más masa muscular pierde un  paciente durante los tratamientos, el pronóstico de sobrevida es peor.  Va a tener peor calidad de vida o va a tener menos tiempo de vida. Un buen flujo de proteína en la alimentación va hacer que  músculo se mantenga fuerte. Y por el otro, todo nuestro sistema inmunológico está formado por proteína, y si yo no tengo un buen flujo de proteína en mi alimentación va a disminuir mi sistema inmunológico. 

¿Entonces el cuy ayuda o no ayuda a pacientes con cáncer?

El cuy es una variante adicional de proteína, es una buena fuente de proteína que fortalece el sistema inmunológico, pero no es la panacea. Ningún alimento es la panacea, es el  complemento de un alimento y  de otro que va ayudar a hacer frente a esta enfermedad. ¿Cuándo recomiendo mucho? Cuando tengo un criadero de cuy o crío cuy  y tengo la posibilidad de consumirlo de manera regular ¿Y esto por qué? Porque el cuy es un alimento bastante costoso en comparación a otras fuentes de proteína. ¿Qué otras fuentes de proteína son buenas? El pescado, la pavita, el pollo, la gallina. 

Somos un país sopero, pero tengo entendido que la sopa no tiene valor nutricional.

En paciente que esta recibiendo tratamiento de quimioterapia o radioterapia, debe de tener una densidad de energia alta en los alimentos. Y los caldos o sopas tienen una densidad energética muy pequeña porque básicamente son agua. No son nutrientes.  En cambio cuando comemos los segundos, las comidas sólidas, como arroz, camote, menestras, carnes, vegetales,  la densidad de energía es alta.  La cantidad de nutrientes es bastante alta. Todos creen que el caldo de huesitos es lo mejor, pero no es cierto.Es solo caldo con grasita que sale de los huesos, tiene sabores propios de los huesos, pero no aportan los nutrientes necesarios a diferencia del guiso. Ahora, en pacientes que no pueden masticar sólidos, la alternativa es compactar esos nutrientes en puré o cremas para que ese alimento sea altamente nutritivo, y en algunos casos,  se tienen que apoyar con  alguna fórmula debidamente prescrita. Los nutrientes y los alimentos no son totalmente inofensivos, son productos químicos que dentro de nuestro cuerpo pueden generar hasta cambios genéticos, entonces hay que tener mucho cuidado con lo que comemos, sobre todo cuando es una enfermedad tan complicada como el cáncer.

 


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